domingo, 22 de julio de 2012

UN GENERAL PATRIOTA LLAMADO ALBERTO BACHELET MARTÍNEZ






Comienza a hacerse justicia en torno a uno de los crímenes perpetrados durante la dictadura fascista. Es sobre el asesinato del general Alberto Bachelet.

El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos entrega un trabajo sobre este soldado patriota escrito por Iván Ljubetic Vargas.

Carlota Espina
Editora.
 

UN  GENERAL  PATRIOTA  LLAMADO

ALBERTO  BACHELET  MARTÍNEZ



                                                          
Iván Ljubetic Vargas                                      



Eran las 9  de la mañana  del martes 12 de marzo de 1974. En el  patio de la cárcel  de Santiago,  el médico, comandante Álvaro Yáñez,  se encontró   con el general Alberto Bachelet. Ambos, eran presos políticos de la dictadura.
El general le contó que el día anterior  fue llevado, otra vez, a  la Academia de Guerra Aérea, donde lo tuvieron amarrado y encapuchado, de pie contra una muralla, durante cinco horas.

LA DICTADURA LO ASESINÓ

“Para una persona con cardiopatía severa como él –explica el doctor Yáñez-, que ya  había sufrido tres infartos anteriores,  eso constituía un riesgo cardíaco”.
Y denuncia: “Fueron perversos con él. Debió escuchar a una mujer  violentamente torturada en una pieza cercana y forzada a declarar que él estaba involucrado en una acción de sabotaje. Reconoció la voz como de una mujer que trabajó con él”.
“Esa mañana del martes 12 de marzo de 1974 –prosigue  el doctor Álvaro Yáñez-  el general Bachelet me dijo:  ‘Me siento muy mal’.
“Tenía arritmia y le recomendé que descansara. Se veía  colapsado, pálido y sudoroso. Su presión caía vertiginosamente.
“Fui corriendo donde el Alcaide, a quien insté a que lo llevara a un hospital. Se negó. Dijo tener orden del alto mando de que ninguno de los acusados en el proceso ‘Aviación contra Bachelet y otros’  saliera de la cárcel”.
El médico   prosigue su  relato:  “Volví corriendo a la celda. El general Bachelet. tenía un paro cardiorrespiratorio. Recostándolo sobre el piso, intentamos una reanimación con masaje cardíaco y respiración boca a boca. Pero todo fue infructuoso. Así murió el general Alberto Bachelet: sobre el duro cemento de una cárcel”, finaliza  su  dramático testimonio el doctor Álvaro Yáñez.

El 12 de marzo de 1974 cesó de latir el generoso corazón  del militar  patriota. Falleció,  en brazos de  fieles camaradas de armas, cuando tenía 51 años de edad.

¿ QUIÉN ERA ESE GENERAL ASESINADO POR LA DICTADURA?

Alberto Arturo Miguel Bachelet Martínez había nacido el 14 de octubre de 1922.

En 1940, cuando hacía su servicio militar, obtuvo una beca para estudiar en la Escuela Militar de la Fuerza Aérea de Chile. Había sido elegido, junto con Gustavo Leigh,  por el entonces  Comandante del Regimiento de Artillería Antiaérea de Colina, coronel Luis Osvaldo Puccio Giesen.
Bachelet y Leigh se reencontraron más tarde como oficiales. Alberto  Bachelet, en la Rama de Administración;  Gustavo Leigh en la Rama del Aire. Llegaron a ser buenos amigos.
En 1945  Alberto Bachelet se casó con la antropóloga Ángela Jeria Gómez. De ese matrimonio nacieron dos hijos: Alberto y Michelle.
En 1962, durante el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, fue nombrado agregado militar en  la Embajada chilena en Washington.

UN BUEN CAMARADA


Después, ocupó el cargo de director de Finanzas de la FACH.
El capitán, en retiro, Raúl Vergara Meneses,  lo evoca así:

“Pocos, si alguno, de quienes pertenecíamos a la FACH a comienzos de los años 70, pueden guardar un mal recuerdo del general Bachelet. Al estado llano al que yo pertenecía en esa época, nos llegaba su imagen juvenil y afable, contrastando con la adustez de sus pares. Desde su cargo de Director de Finanzas era conocida su excelente disposición y comprensión frente a las extendidas necesidades económicas del personal, necesidades que no hacían  diferencia entre suboficiales y oficiales subalternos.
“La popularidad del general tenía también otra base. Su espíritu deportivo. Estimulaba esta práctica dentro de la Fuerza Aérea en diversas disciplinas, muchas en las que él mismo participaba”,

Patricio Carbacho Astorga, Capitán de Bandada (en Retiro) acota al respecto:

“Fue socio fundador del Club de Tiro al Vuelo, organizador y presidente del Club Deportivo Aviación, llevándolo a participar en la División de Ascenso del fútbol profesional. Era normal verlo los días sábado en las graderías de  la cancha de fútbol de Estadio de la Escuela de Aviación, con un mechón canoso caído hacia un lado, observando atento  el entrenamiento del equipo de fútbol mientras otros gozaban el descanso de fin de semana. Deportista ávido, podía vérsele de pronto jugando basketball, como luego practicando en las canchas de tenis u organizando una cacería de tórtolas, su deporte favorito.”

SU ACTUACIÓN DURANTE EL GOBIERNO POPULAR


El general Bachelet era conocido como un militar de perfil progresista y cercano a la izquierda,  aunque sin lazos partidarios.
El  capitán Raúl Vergara Meneses escribe:

“Quienes pretendíamos conocer a nuestros jefes más allá de sus apariencias, sabíamos también de su sensibilidad progresista y de sus simpatías con el gobierno del Presidente Allende. Por eso no me sorprendió que a fines del año 72,  éste solicitara a la Fuerza Aérea su destinación al Ministerio de Economía para asumir la Secretaría Nacional de Distribución de esa cartera, a la sazón  a cargo de don Orlando Millas”.
En efecto, a comienzos de enero de 1973, el general Bachelet  asumió como Director de la Secretaría Nacional de  Abastecimiento y Distribución, cargo  desde el  cual  debía dirigir las Juntas de Abastecimiento y Precios, las  JAP:

Designó como su asesor y jefe de gabinete, precisamente, al capitán Raúl Vergara Meneses.  Éste relata:
“En los nueve meses de su gestión, controlando eficazmente a las empresas distribuidoras intervenidas que estaban bajo su dirección y estimulando tanto la participación de los pequeños comerciantes como la organización  vecinal, logró señalados éxitos en garantizar el abastecimiento básico a todas las familias de Chile” 

DETENCIONES Y TORTURA


El martes 11 de septiembre de 1973, el general Alberto Bachelet estaba en su oficina en el Ministerio de Defensa. El general Orlando Gutiérrez, revólver en mano, lo detuvo por órdenes expresas del comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigh..
Fue puesto en libertad esa misma noche. Volvió a su hogar, junto a su esposa y su hija Michelle. Redactó de inmediato su renuncia a la FACH.
El 14 de septiembre, su hogar fue allanado y lo detuvieron nuevamente.  Se le envió recluido a la celda Nº 12 de la cárcel pública en calidad de preso político..
El día 20 de septiembre fue trasladado a la Academia de Guerra Aérea, la siniestra AGA, para ser interrogado. Con enorme sorpresa, constató que el fiscal era el mismo general Gutiérrez que lo había detenido el 11. Fue torturado. Se le mantuvo largo tiempo encapuchado, lo golpearon y le enterraron objetos punzantes bajo las uñas. Al verlo en muy mal estado, fue examinado por médicos,  los que advirtieron una seria alteración cardiaca.   Lo llevaron al cercano hospital de la FACH.

“ME QUEBRARON POR DENTRO”


A mediados de octubre, fue puesto bajo arresto domiciliario. Volvió a su hogar en pésimas condiciones físicas y con un agravamiento de sus dolencias coronarias.
Con fecha 16 de octubre de 1973,  escribió una carta a su hijo Alberto y a sus nietos, que se encontraban  en Australia. En ella  relata:

“Estuve 26 días arrestado e incomunicado. Fui sometido a torturas durante 30 horas (ablandamiento) y finalmente enviado al Hospital FACH con una isquemia, que es la antesala del infarto...
“Me quebraron por dentro, en un momento, me anduvieron reventando moralmente  -nunca supe odiar a nadie-  siempre  he pensado que el ser humano es lo más maravilloso de esta creación y debe ser respetado como tal, pero me encontré con camaradas de la FACH a los que he conocido por 20 años, alumnos míos, que me trataron como un delincuente o como a un perro, oficiales a los cuales siempre ayudé, a los que siempre tendí mi mano”.

UNA CARTA DESDE LA CÁRCEL


Estando en  casa, redactó un minucioso informe para que su abogado lo defendiera ante la Fiscalía de Aviación. En ese documento, el general Bachelet  relata el  trato vejatorio e inhumano sufrido en la Academia de Guerra Aérea.
El 18 de diciembre lo arrestaron nuevamente y enviaron a la cárcel pública. Ahora,  para ser procesado por un Consejo de Guerra.

Con fecha 22 de febrero de 1974, el general Bachelet le escribió, desde la cárcel, una carta a su esposa Ángela Jeria, allí le dice:

”La nostalgia cede el paso al recuerdo constante de la mujer que siempre ha sido la  compañera en la entrega total y tus letras, mami, son maravillosas, las he leído mil veces, borran todo lo amargo de esto y mirando un futuro cercano creo que sería junto a ti todo un  mundo de realizaciones, en cualquier sentido y medida”.
No hubo futuro para él.  Dieciocho días después de enviar este tierno mensaje, su  generoso corazón de soldado democrático, dejó de latir.

UN PROCESO MONSTRUOSO


El Capitán de Bandada (en Retiro) Patricio Carbacho Astorga recuerda: “Fuimos muchos entre suboficiales y oficiales, los sufrimos la  ingratitud de vernos separados de las bandadas institucionales, trasladados a la cárcel pública y enfrentados a un juicio que se rotuló ‘Contra Bachelet y otros’. El proceso constituyó entonces y aún hoy, una reversión de la justicia, juzgando en un tiempo de guerra inexistente como traidores a la patria a quienes habíamos respetado la Constitución, y tratando de sentar las bases de una peregrina teoría mediante la cual el gobierno  elegido constitucionalmente se había transformado en enemigo. Curiosamente, quien diera con su nombre rótulo al proceso, el General Alberto Bachelet, fue a quien menos justificación tenían los cargos que presentaron.
¿Cómo acusarlo de ser Secretario de Distribución si la propia institución lo había comisionado a tal cargo?”

El 17 de abril de 1974, o sea,  36 días después de la muerte del General Bachelet, se inició un Consejo de Guerra, bajo el rótulo: “Aviación contra Bachelet y otros”. El general fue sobreseído de todo cargo. Nada le pudieron comprobar en su contra, salvo su fidelidad al juramento de servir a su patria. De esta manera,  después de muerto el general Alberto Bachelet  triunfó sobre los traidores.

HONOR Y GLORIA AL MILITAR PATRIOTA


El domingo 15 de enero de 2006. Michelle Bachelet, en  su primer discurso como Presidenta de la República, dijo:

“Hay alguien que en este momento estaría muy orgulloso. Un hombre al que quisiera abrazar esta noche. Ese hombre es mi padre, Alberto Bachelet Martínez, general de la Fuerza Aérea de Chile”.
Y el 10 de octubre de 2007, la Presidenta de Chile inauguró en la comuna de El Bosque, un establecimiento educacional que lleva por nombre Escuela General  Alberto Bachelet.

Durante la dictadura surgieron  dentro de la FACH  traidores y asesinos, que bombardearon La Moneda, que  torturaron y mataron a tantos patriotas, además de corruptos y ladrones. Pero también hubo grandes patriotas como el general Alberto Bachelet.

¡Honor y gloria para el general Bachelet  y sus  camaradas de armas,  que se mantuvieron leales al pueblo chileno y a Salvador Allende, el inolvidable  compañero Presidente!