lunes, 24 de septiembre de 2012

LA FONDA DE LA IZQUIERDA



Alejandro Fischer

La geografía humana de Izquierda, viviendo en Estocolmo, sobrepaso las perspectivas, de los hacedores de la “Fonda de la Izquierda”. La casa del Pueblo de Rinkeby, estaba lleno, muchos se fueron; no había lugar para tanta gente.

La situación de lucha y rebeldía que vive nuestro país, rebeldía protagonizada por los jóvenes que quieren una educación de calidad y gratuita, pero en un Chile diferente, las elecciones de la CUT y sus resultados, expresan y exigen, que se conforme una unidad de conciencia; una unidad que sobrepase las interrogantes, sobre ese inmenso sector manipulado por la historia del Riquerio, que se creían dueños de él.

Ese sector esta escuchando y los olvidados, sordos y ciegos tambien

Lo que está sucediendo en Chile, se refleja en la respuesta a las convocatorias solidarias, de nuestra colonia del Sur de América.

La cancha ha sido siempre rayada en forma muy clara. La existencia de la clase obrera y sus muertos, así lo demuestra. El Riquerio chileno, sabe con quien se mete; recuerdo una vez, en un debate, enfrentamientos de ideas, entre Onofre Jarpa y Volodia, se metió a la discusión Aníbal Palma; Onofrecito lo hizo callar y le dijo: “Usted no se meta, esta es una pelea entre perros de raza, no entre quiltros”.

Tenían la cancha rayada, incluso, sabian donde estaban sus verdaderos enemigos.

Cuando uno dice “bien rayada la cancha” se imagina, una cancha de fotbool; en la practica y en la idea, no es así. Es cosa de ver al país actualmente, la cancha parece una “cancha de luche”.

Fue una hermosa jornada de recordatorio, de toda esa masa inmensa, que nunca salio en la foto ni en crónica publicada.

Cuando termina de sesionar la primerísima Junta en 1810, cada uno de los “Juntistas”, se fueron para la casa, era menester planificar los aportes y beneficios. En ese momento, entraron al edificio Juntista, despues llamado “Congreso”, la gente del aseo para limpiar los aposentos. Al terminar la pega, se fueron también para sus humildes casas. Las casas estaban tristes, con el llanto de las hijas.

El padre y los hijos mayores, se habían ido para la guerra.

La Jornada del sábado 22, comenzo así:
Entre el rio Calle-Calle, El Bio-Bio, el Mapocho, rio lloroso, vergonzoso; se esconde en el Maipo... para despertar amante, en los brazos de Llolleo.

Arenas, mar y rocas; embarazadas de esperanzas, se juntan en San Antonio, Cartagena, Valparaiso y nacen de nuevo, lejanos, muy lejanos, pero a veces que cerca...

!Nacen, cantan en las orillas del Mälaren!

Su canto es de agradecimiento, a los seres del 1800, indios y mestizos, a esos campesinos soldados, a esos artesanos que hicieron el cuero, el trapo y la madera, a esos herreros que fundieron balas, sables, herraduras, corazas y cacerolas, a esos jornaleros de la tierra, sembradores de porotos, papas y albacas. Hoy, en las riberas del Mälaren, cantan solidarios, por esa mujer obligada sufriente, inclinda en la artesa o en las orillas del agua, lavando la  andrajosa vestimentas de la primera junta, teñida de sangre pobre y sin saber por qué, fue "carne de cañón".

Entre el Calle Calle y el Mälare canta el canto y la alegría, por ese pueblo joven, que está dando "vuelta la tortilla", que avanza poderoso por las aguas del Biobio, coligue en alto, lucha generoso por todas las aguas de Chile.

Amigos, amigas habitantes del Mälare… Salud y victoria por ese Chilecito hermoso, Salud por la gente Solidaria y de mañanas, que adornan...”La Fonda de la Izquierda.”

Muchas gracias.