domingo, 18 de noviembre de 2012

LA EMPANADA, SÍMBOLO ANTIFASCISTA






A través de muchos países, la empanada se alzó como un símbolo de la solidaridad de la lucha contra los fascistas en Chile.
El Círculo Virtual de Estudios Histórico-Políticos entrega un ejemplo de ello.

Carlota Espina
Editora


LA EMPANADA, SÍMBOLO ANTIFASCISTA

  
                                          
Iván Ljubetic Vargas



Uno de los  aspectos  del apoyo a la lucha de nuestro pueblo de la célula Alberto Molina, constituía por ocho militantes comunistas que vivíamos en Marburg y Giessen, fue el  aporte económico, cumpliendo y superando la cuota de la Campaña de Finanzas entregada por el Coordinador o Dirección del Partido Comunista de Chile en la República Federal Alemana. En ello, las empanadas, símbolo internacional de la lucha contra la dictadura de Pinochet, jugaron un rol fundamental.

PEDRO CABEZAS

El compañero Pedro Cabezas compró un vehículo, donde además de poder llevar cinco compañeros, tenía un espacio en la parte trasera, para la cual el mismo fabricó un mueble en que se podían colocar cinco enormes bandejas llenas de empanadas.

Los militantes de la célula y algunas solidarias compañeras alemanas, nos especializamos en la fabricación de las empanadas. Unos preparaban la masa, otros la extendían, rayaban el queso o hacían el pino, colocaban el relleno y las cerraban.

Un camarada alemán nos regaló un inmenso congelador que instalamos en el subterráneo de mi edificio. Allí guardábamos, en cajas de cartón, en las que llegaban verduras desde Holanda, en que cabían muchas empanadas colocadas de lado verticalmente. Eran cientos y cientos de empanadas de queso confeccionadas con anticipación a las actividades y que congelábamos. Las de pino las hacíamos el mismo día de la venta, dejando hecho el relleno en la víspera.

ÍBAMOS A TODAS PARTES

En los días de las actividades, las compañeras seguían haciendo empanadas de pino y los compañeros, nos íbamos a instalar a un stand, donde freíamos y vendíamos las empanadas. Era emocionante ver las largas filas de alemanes esperando pacientemente, a veces bajo una fuerte lluvia, las apetecidas empanadas antifascistas.

Concurríamos a toda actividad de masas en que fuéramos invitados: a las Carpas del Partido Comunista alemán, que cada año se realizaban en Marburg  y que duraban cinco días; a las fiestas de la prensa comunista realizadas a nivel de toda la RFA;  a las actividades por la Paz; a diversos actos realizados en distintas ciudades del país. Cuando las acciones eran muy distantes de Marburg, el centro de operaciones, dormíamos en el vehículo de Pedro. Eran miles de empanadas que vendíamos cada año. Fueron miles de marcos alemanes reunidos en apoyo de la resistencia antifascista en Chile.

UN GRAN APORTE

Trabajábamos con alegría y enorme responsabilidad. Sólo un ejemplo: el último Año Nuevo en el exilio, lo pasamos haciendo y vendiendo empanadas.

El aporte de los comunistas exiliados en diversos países del mundo fue enorme. A partir de 1980 se realizaron campañas anuales de Finanzas cuyo total  era enviado a Chile. Veamos algunas cifras.

En 1980 se reunieron 131.536 dólares;
en 1981, 196.000 dólares:
en 1982, 237.474 dólares;
en 1983, 252.353 dólares;
en 1984, 293.873 dólares;
en 1985, 356.891 dólares.

Esta parte del exilio “dorado” es muy poco conocida o ignorada, incluso en las filas del Partido Comunista de Chile y que, en nuestra opinión jamás ha sido valorada como corresponde.

También en el destierro, los comunistas chilenos entregamos nuestros cotidianos esfuerzos por derrotar la oprobiosa dictadura de Pinochet.