lunes, 18 de marzo de 2024

Colonialismo siglo XXI

 



Comentario radial y escrito.

 





 

 

No podía encontrar en el teclado del computador la letra “V y la O”. 

No las veía. 

Por instinto grite: 

¡Me las robaron! 

No le di tiempo a la reflexión, menos al calendario. 

La orden cerebral fue tajante. 

¡Me robaron las letras! 

Dios mío de los coloraos; cuales han sido las geografías recorridas, sus cuadernos. 

¿He aportado algo en los caminos? 

¿He sido participe en la práctica del volver y corregir? 

¿Como se incrusto en mi intelecto eso de culpar a los demás? 

¿Estará de moda? 

¡La delincuencia lo invade todo! 

Al pestañear varias veces encontré las teclas, mi pensar y gritar del robo, no dijo ni pio. 

Muy suelto y fresco, quede sin polvo ni paja. 

Los principios y valores que visten la historia, ese encuadernar de la memoria, del aprendizaje, tiene que buscar pronto refugio; aferrarse como lapa al sentido de clase. 

Los pueblos que componen Europa, Asia y África están a las puertas de un revoltijo de guerra y muerte. 

Quiérase o no se quiera, la humanidad entera contribuye a ese disparate; incluso, esos amazónicos que nadie sabe que viven y están, también van en la pará y mortandad. 

Falta solamente el cretino que entreabra la puerta y el infierno se desata. 

No quedara quien agradezca al “soldado desconocido” 

Y no le estoy poniendo. 

Puedo decir amargo, que es el pueblo quien elige a esos energúmenos que organizan la muerte. 

No sé si llorar o reír. 

Algún tiempo atrás, decían despectivos, que nuestro sur, era el patio trasero y bananero de los gringos. 

Puedo decir que, en parte, era y sigue verdad. 

Los barcos que llevaban en bruto los minerales extraídos en Atacama, yo los veía extasiado desde la puerta de mi casa. 

En la segunda guerra mundial, los japoneses bombardearon Pearl Harbor, bahía y base militar gringa en Hawái. País, que sería en 1959 premiado a ser el quincuagésimo estado confederado, adherido a los Estados Unidos de Norte América. 

Por eso, Chile, mi paisito valiente y solidario, le declaro en 1941 la guerra al Imperio Japones. 

¿Porque meto al baile a Hawái? 

Por lo cachuo, enfermo y pobre; asustado, violento y sordo que debe sentir Haití, al ver posible la intervención de los gringos para ordenar la muerte y llevarse la vida. Lo mismo sintió, siente, Granada, Hawái, Cuba. 

Podría decir Puerto Rico, pero, se siente embelesado y mentido a ser un pedacito de estrella invisible. 

Es complicado su sentir. 

Yo he visto al pueblo haitiano, levantando pancartas, echando a los gringos en Puerto Príncipe. 

Saben de Kabul, de Trípoli. 

Un francés/africano y haitiano, Jean Jacques Dessalines, descendiente y esclavo; uno más, de los millones y millones de seres humanos que fueron desarrancados de sus tierras originarias para surtir pilastras, se suma en 1791 a la rebelión negra y esclava de su país, logrando 13 años más tarde, en 1804, con él a la cabeza, independizar el país del Imperio esclavista francés. 

El mismo año “el perla” se auto proclama emperador. 

Jacques I se puso. 

Esa independencia del esclavismo tuvo consecuencias brutales. 

Genocidios en tiempo de venganza y de revanchas. 

Asesinar todo lo que se viera blanco, pálido o pelirrojo; no se respetó ni la cruz y se trajo infame Juanas de Arco. 

Con esto que cuento, me aterra una pregunta: 

Como aprendieron tanta infamia. 

Quien, quienes empaparon esa esponja neuronal que absorbió doliente y mato. 

Me urge decir. 

Yo respeto todas las religiones y creencias. 

Lo hago, porque son las expresiones de los pueblos, para poder entender y aceptar su propia existencia, para explicarse lo que no saben, para sentirse contento. 

Y el pueblo, su contento, es para mí, el porqué de mi propia existencia. 

Y ese contento se consigue siendo participe en el hacer y beneficiario de las ganancias que otorga la explotación de los recursos de país. Tal beneficio, permitirá una vida hermosa para todo el pueblo y del planeta entero. 

Y por ese decir, levanto una contradicción que se viste de una bella utopía. 

Si viene cierto que somos matemáticas, biología y química, también somos sentido. 

Por eso amo y me desamoro, y, por ese sentido cognitivo nuestro, que absorbe como una esponja, una parte de la humanidad, dueña de todo lo creado por él hombre, incluso su propia miseria, manipula a su favor, todas las necesidades y desarrollos absorbidos. 

El cerebro es una esponja y acumula lo que venga, hasta lo que hay por detrás de la puerta. 

A los 6/7 meses de vida, más menos, empieza ya a absorber y a trabajar, a interpretar, encajonar, clasificar, agradar y a enojarse. 

Y así, los medios de comunicación masiva se transforman en nuestro chupete y cascabel del aprendizaje. 

Empezamos a hablar por teléfono celular, aunque sea de palo, antes de gatear; así de fácil nos captura la pilastra. 

La mentira mercancía y es utilizada y concebida para desunirnos, nos diferencia, es una bisagra, un caleidoscopio, un asombro, una calumnia y aunque use calzones confeccionados con “suspiros de gusanos escogidos a dedo”, será siempre una mentira. 

Las Guayanas, las Islas del caribe, mi morena Cuba maravillosa, Trinidad y Tobago, Granada, Barbados, Islas Vírgenes, otras más, tan lejos de Inglaterra, de Francia, de Holanda, de Portugal, de España, no obstante, fueron, son, lámparas de muerte, andenes oscuros y en llamas, luciérnagas de sangre y carne moribunda, por donde los de occidente disputaban y disputan poderíos. 

Y uno, cabro chico, al menos yo, leía embelesado de piratas y filibusteros. 

Esas vivencias y otras nacionales fueron pizarrones por esos tiempos. 

Algunos países del sur de América, somos el patio trasero del gringo y Europa, en comparación con el resto de los continentes, es un jardín. 

¡Ay, que están bien! 

El africano de hoy atraviesa mares buscando parientes, al mismo tiempo cobra lo usurpado. 

Haití, me dueles, no tienes la culpa de estar como estas, pero, si no te levantas, como un día lo hiciste, te ira mal. 

No te descuides, no te maldites. 

Esos soldados gringos que quieren ayudarte, su país, tendrá elecciones presidenciales este año, elecciones democráticas le dicen, el que pone y tiene más divisas y micrófonos, gana. 

El actual mandatario, quiere un “vale otro”, anda igual que yo, a mí se me pierden las teclas y a él, la cordura y la responsabilidad social. 

El otro, intelectualmente, es el culpable de incitar a una insolencia a la institucionalidad de país, avasallando lo dicho por Abraham Lincoln. 

“Democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo” 

Si ensucian ese decir, asaltando su propia casa de gobierno, que podrán hacer mañana. 

Si me voy por estos caminos y esponjas, que será, dios mío de los coloraos, de los niños de hoy. 

Si nos salvamos del crimen, como podrán resolver esos niños, más tarde, adultos, las contradicciones del vivir. 

Aplicaran sus vivencias de niño. 

Los medios de difusión, el sentido común, la política, la familia, el amigo, la amiga, tienen una responsabilidad social inmensa. 

Tenemos que cuidar, alimentar, amar, guiar esas vidas, protegerlas de la ignominia del poder del mercado. 

La delincuencia nos está desbordando, será apropiado lo que practica Nayib Bukele en El Salvador; lo he dicho antes, cachuo estoy. 

Para mí, proscrito antiguo de una dictadura militar, de lo factico, no tiene la lógica. 

Su aporte a la política comenzó en 2012/2015 con dos alcaldías y al abrigo del FMLN, en 2017 es expulsado del FMLN. 

Con la gente de su redil en 2017 crea un nuevo partido de centro derecha. En las elecciones presidenciales de 2019 gana las elecciones como presidente de la nación con mayoría absoluta. 

En cinco años, tiene a toda la fuerza militar y policial consigo, a todos los medios pollos y a todo el engranaje de un país secuestrados por la corrupción. 

Quiera el dios de los coloraos, que Nayib Bukele le este achuntado. 

Un saludo presidente. 

Aunque se vea lindo El Salvador sin delincuencia al aire libre, prefiero el construir muchas más escuelas, así se irán achicando cárceles y muertos. Más centros juveniles, más profesión, más tierra pal que la trabaja y menos medios a la banca de la propiedad privada. 

Hay que estimular para el bien de la humanidad, las neuronas de los que están, de los que irán llegando.

 

Alejandro Fischer Alquinta 

Estocolmo 20240318

 

 

 

 

 


sábado, 16 de marzo de 2024

VOLODIA TEITELBOIM VOLOSKY

 

Al cumplirse un año mas del natalicio de Volodia Teitelboim, les entregamos nuevamente un articulo escrito por el compañero Historiador Iván Ljubetic Vargas.

Boletín Rojo



EN EL 108 NATALICIO DE VOLODIA TEITELBOIM VOLOSKY

 

 

                                                        Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

 


 

“Odio no, nunca he tenido odio. Pero eso sí, considero que es necesario que haya memoria para que el animal humano chileno no choque de nuevo con la misma piedra; con una Dictadura que se va a hermosear y va a contar puras delicias, maravillas, para producir nuevos episodios de muerte”.    (Volodia Teitelboim)


SUS INICIOS

Nació en Chillán el 17 de marzo de 1916. Desde niño manifestó inquietudes literarias. También enorme sensibilidad social. Tenía 16 años cuando ingresó a las Juventudes Comunistas. Estudió Derecho en la Universidad de Chile, recibiéndose de abogado en 1945. Para entonces ya había hecho un largo camino como periodista y como dirigente político. Era miembro de la Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista.

 

UN REVOLUCIONARIO  EJEMPLAR

Durante el gobierno de González Videla, al iniciar éste la represión contra quienes más habían trabajado para que llegara a La Moneda, Volodia debió actuar en la clandestinidad. 

Posteriormente,  después de ser derogada la “Ley Maldita” en agosto de 1958, fue elegido  Diputado por Valparaíso por el período 1961 y 1965. Luego, Senador por Santiago durante dos períodos  consecutivos hasta que los fascistas en 1973 aplastaron la democracia. 

En el exilio durante 15 años trabajó en el programa “Escucha Chile” de Radio Moscú, fue dirigente del Partido y director de la revista Araucaria de Chile.

 

LA LITERATURA, SU AMANTE

Lo dijo muchas veces: "La política era mi mujer legítima y la literatura, mi amante. La amante me rondaba por las noches, pidiéndome cuentas". 

Su obra literaria es numerosa y de elevada calidad. Por la que  recibió el Premio Nacional de Literatura 2002.

En 1935 en colaboración con  Eduardo Anguita publicó la  “Antología de la Poesía Chilena Nueva”, con exclusiones increíbles, como la de Gabriela Mistral, a quien consideraban "conservadora y anticuada”. 

En 1943 publicó su ensayo político “El amanecer del capitalismo  y la conquista  de América”.  (Memoria para optar al título de abogado). 




En 1952 apareció su  primera novela “Hijo del Salitre”( Basada en la vida de Elías Lafertte).

 

En 1954 nació la revista Aurora dirigida por Volodia Teitelboim que dentro de sus objetivos estaba "mantener combate sin tregua contra las múltiples falsificaciones inspiradas por el idealismo, filosofía de una sociedad en decadencia. 

En 1957 publicó “La semilla en la Arena”, novela que narra la experiencia de los prisioneros de Pisagua.

 



En 1969 publicó  “Hombre y Hombre”, ensayo dividido en dos partes "Hombre verde", en torno a la literatura rusa, y "Hombre rojo", en torno a la literatura soviética.

 

En el exilio fue director de la Revista “Araucaria de Chile”.

 

En 1973 apareció su ensayo  “El Oficio ciudadano”; en 1974,  su novela “La Guerra Interna”; sátira con claro trasfondo político;  y en 1976 su ensayo “La Lucha continúa”.

En septiembre 1978 se publicó en México su antología  “Narradores Chilenos del Exilio”. En 1984 apareció “Neruda, Biografía”. Ese mismo año, fue lanzado en Madrid  su libro “En el país prohibido”. 

En 1993 publicó “Huidobro. Siempre en Marcha” y en 1996, “Los dos Borges. Vida, sueños, enigmas”.

 


En 1993 publicó “Huidobro. Siempre en Marcha” y en 1996, “Los dos Borges. Vida, sueños, enigmas”. Un año después apareció “Un muchacho del Siglo XX”.  Fue el primero de una serie autobiográfica que lleva por título “Antes del Olvido”.

En 1998  apareció “En el país prohibido” y “Notas de un concierto europeo”;  en  2003,  “La vida de una suma de historias”,  el tercer tomo de “Antes del Olvido”.

 

UN MÉRITO NO RECONOCIDO PLENAMENTE

Pero, entre los grandes méritos, aportes y lecciones que nos dejó Volodia Teitelboim, debemos rescatar un hecho que no ha sido considerado como corresponde  y que  tiene enorme importancia para la historia del Partido Comunista de Chile: haber reivindicado la verdadera fecha de su fundación. 

Recuerdo que, a mediados de octubre de 1981, estando en el exilio tuve la suerte de asistir  a una magistral charla dictada por Volodia en la ciudad de Francfort del Meno, en la entonces República Federal Alemana. Fue en esa ocasión  en que, por primera vez,  escuché plantear  la necesidad de estudiar el tema de la fecha de la fundación del Partido. Volodia habló de recuperar 10 años de historia de los comunistas chilenos. 

Debo confesar que sus palabras me dejaron  sorprendido e impresionado.

 

UN ARTÍCULO DE 1989

Años más tarde, en su artículo “El Renacimiento de Octubre: reflexiones sobre la revolución”, publicado en  Revista Internación N.º 11, de noviembre de 1989, página 8, Volodia afirmó:

 

“Yo creo que la Revolución de Octubre marcó el inicio en la cronología del movimiento comunista internacional, pero no significó el comienzo del comienzo. En esto hubo actitudes de amputación de su propia historia en muchos partidos, incluido el nuestro.

“Yo sostengo, por ejemplo, que algún día los comunistas chilenos tendremos que tomar la decisión en el sentido de que nosotros no nacimos como Partido el 2 de enero de 1922, cuando se pidió el ingreso a la  Tercera Internacional, sino diez años antes, en el momento de la fundación del Partido Obrero Socialista. Es ese mismo partido que pasó a llamarse Partido Comunista. 

“Esta decisión fue aprobada por unanimidad. A diferencia de lo que ocurrió en otros países, no hubo escisión, no hubo división basada en divergencias ideológicas. Por eso creo que algún día nuestro Partido cambiará la fecha oficial de su fundación, estableciendo que nació en el año 1912, y no en Rancagua, sino en Iquique”.

 

       

 


MOTIVADO POR  VOLODIA

Impresionado y motivado por las palabras de Volodia en Fráncfort, yo había  comenzado por entonces a   investigar y reunir material sobre el tema. ¿A qué conclusiones llegué? 

Que hasta 1956 (durante 44 años) se aceptó como fecha fundacional el 4 de junio de 1912. Que en  el XIV  Congreso Nacional, realizado en forma clandestina, en abril de 1956 en Cartagena, se resolvió cambiar la fecha del 4 de junio de 1912, por la del 2 de enero de 1922. 

¿Cuáles fueron los argumentos para adoptar esa resolución? Que era falta de modestia aparecer como uno de los 3 o 4 primeros partidos comunistas  del mundo y que éstos eran fruto de la Revolución de Octubre. 

Entonces comprendí mejor lo planteado por Volodia  en 1981 y desde ese momento fui un decidido  partidario de su tesis. Escribí en el exilio varios trabajos en ese sentido. Luego estudié la enumeración de los Congresos Nacionales del Partido.

 

SECRETARIO GENERAL 

En mayo de 1989, en el llamado “XV” Congreso Nacional del Partido (en realidad fue el XIX),  llevado a cabo bajo las estrictas normas clandestinas, el compañero Volodia Teitelboim fue elegido Secretario General del Partido, cargo que ocupó hasta el XX Congreso efectuado en Santiago del 11 al 15 de agosto de 1994.

Entre fines de mayo y comienzos de junio de 1990, tuvo lugar en la capital una importante Conferencia Nacional. En su informe, Volodia señaló: 

“Tal vez más que nunca hoy tenga sentido retornar a nuestras entrañables raíces históricas y sea la hora de aprobar en principio la proposición de reconocer como fecha de nacimiento de nuestra organización el año 1912, cuando Luis Emilio Recabarren fundó en Iquique el Partido Obrero Socialista, que diez años más tarde, en su IV Congreso celebrado en Rancagua pasó a llamarse Partido Comunista de Chile. Así recuperaríamos un trozo de nuestra historia, desplegando orgullosamente nuestro nombre como Partido Comunista de Chile”.

Esa Conferencia Nacional aprobó la proposición de Volodia Teitelboim, adoptando la histórica resolución de reivindicar la auténtica fecha fundacional del Partido de los comunistas  chilenos: el 4 de junio de 1912.


SOBRE LA EMUNERACIÓN DE LOS CONGRESOS DEL PC DE CHILE 

En Julio  de 1994 se desarrolló el Primer Congreso Regional Metropolitano del Partido Comunista. Tanto en la Comisión en que participé, como en la plenaria final, enfaticé en la necesidad de llevar la proposición de que se cambiará la enumeración de los Congresos Nacionales del Partido, que el XVI se convirtiera en el XX.

Expliqué que en el XIV Congreso de Cartagena, en su Informe Galo González dijo:   “El anterior Congreso es conocido como el Trece Congreso. En tal enumeración se incluían los congresos efectuados por el Partido Obrero Socialista, que en 1922 se transformó en Partido Comunista. Lo más justo es enumerar nuestros congresos a partir de esta última fecha, es decir, a partir del último Congreso del Partido Obrero Socialista y Primer Congreso del Partido Comunista”

Agregué: Si aceptamos la tesis aprobada por la inmensa mayoría de los componentes del  Congreso de Cartagena,  de enumerar los congresos a partir de la fecha del IV Congreso del POS, que corresponde –de acuerdo con la resolución allí aprobada– al I Congreso del PC, se deben eliminar los tres Congresos del POS. Por tanto, si el anterior es el XIII, el de 1956 le correspondería ser el XI,  pues 14 menos 3 son 11. Sin embargo, en vez de denominar al Congreso de Cartagena como el XI,  lo enumeran con el número X.  Fue un simple error de aritmética.

Pensé que como nadie objetó mi proposición se daba por aceptada.

 

Ocurrió que terminada la sesión plenaria me  encontré  con los miembros de la Comisión redactora de las conclusiones del Congreso Regional y me dijeron que no iba mi proposición, porque ello no había quedado claro como una resolución. 

Estábamos en esa discusión cuando pasó la compañera Gladys Marín. Le expliqué de lo que se trataba y ella dijo: “Iván tiene razón, la proposición que él hizo fue aprobada. Debe ir  en las resoluciones del Congreso”.

Del 11 al 15 de agosto de 1994 se celebró el Congreso Nacional que se inició como XVI y finalizó como XX.


En el Informe, rendido por Volodia Teitelboim, se  dijo: “Después del XV Congreso, tras el análisis de su historia, se resolvió establecer como fecha de fundación de nuestro Partido el 4 de junio de 1912. Tomando en cuenta los Congresos nacionales realizados por el Partido Obrero Socialista, queremos proponer a esta magna reunión que este XVI Congreso pase a llamarse el 20º Congreso del Partido fundado por Recabarren, del Partido Comunista. Corresponde pronunciarse democráticamente sobre   esta proposición”.

 

Fue aprobada. De este modo, el evento iniciado como el XVI, finalizó como el XX  Congreso del Partido Comunista de Chile.

Nosotros hemos mantenido y mantendremos la correcta enumeración de los Congresos Nacionales del Partido Comunista de Chile, la que fue reivindicada en el Congreso de agosto de 1994, que se inició como el XVI y finalizó como el XX. 

 

HASTA SIEMPRE, CAMARADA VOLODIA

El jueves 31 de enero de 2008  dejó de latir el corazón de un muchacho del siglo veinte,  Volodia Teitelboim Volosky.

 






El sábado de 2 de febrero, luego de haber sido velado en el edificio del ex Congreso Nacional, el féretro con sus restos salió cubierto con una bandera del Partido Comunista y rodeado por cientos de personas. Militantes y simpatizantes comunistas enarbolaron banderas chilenas y de la colectividad para hacer un estrecho pasillo entre el edificio y la calle.

Camino al Cementerio General, recibió el homenaje de las floristas, quienes lanzaron pétalos al paso del cortejo fúnebre. En las afueras del cementerio se realizó un multitudinario acto. Uno de los oradores fue  su hija del, Marina Teitelboim, quien viajó desde Polonia. Dijo 'vine a despedir a un padre que no es sólo mío'. 'Con tu fuerte valentía, esperaste a que llegara (desde Polonia). Aquí estoy papá para rendirte un homenaje de hija'.

 

Marina Teitelboim  agradeció las numerosas señales de apoyo de miles de chilenos y representantes del mundo político y cultural. 

Al acto asistieron delegaciones de los gobiernos de Venezuela y Cuba.

La ceremonia finalizó con La Internacional interpretada por el coro del Teatro Municipal de Santiago.


Volodia Teitelboim fue sepultado en forma privada.








LA MASACRE DE MY LAI EN VIETNAM

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 


 


 

El 16 de marzo de 1968 tuvo lugar en Vietnam  una sangrienta masacre perpetrada por soldados estadounidenses contra civiles. Ella fue conocido por el mundo solo el 13 de noviembre de 1969, un año y 8 meses después que ocurrió. Fue cuando el periodista estadounidense Seymour M. Hersh lo hizo público.

La aldea de My Lai está ubicada en la provincia de Quang Nai, en el centro de Vietnam. Las tropas estadounidenses habían invadido el país y eran tiempos de genocidio y bombardeos. Pero en esa aldea la  vida se desarrollaba tranquila. 

Pero todo cambió el 16 de marzo de 1968, cuando a las 8 de la mañana aparecieron soldados estadounidenses de la Compañía Charlie. 

Llegaron en busca   de integrantes del Frente Nacional de Liberación de Vietnam. Pero  sólo encontraron civiles sin armas y aun así, continuaron con el operativo. 

Hubo una terrible masacre. Pero la prensa la ignoró  hasta que el editor Seymour Hersh (en una pequeña editorial llamada Dispatch News Service) finalmente emitió la noticia el 13 de noviembre de 1969.

Los efectivos descargaron su odio contra la población. La orden del teniente Willian Calley, que comandaba la misión, fue que no quedase ni un sólo vietnamita vivo. Las mujeres  y niñas de la aldea fueron violadas. 

Después de dispararles los tiraron a unos pozos y les lanzaron granadas. Estrategia que también usaron en las chozas, a donde metieron a la fuerza a los lugareños, para después convertirlas en ceniza.

 


 


Desde el cielo la ofensiva arreciaba y frenaba la intención de quienes buscaban escapar del horror. Los helicópteros lanzaron lluvias de balas sin discriminación. 

En total  murieron 504 personas, entre ellas 182 mujeres, 17 de ellas embarazadas, y 173 niños. 

Hubo un momento en el que los soldados reunieron a un centenar de mujeres, ancianos, niños y bebés en un canal y los fueron matando uno a uno, para ahorrar municiones.  

Ese canal todavía se conserva en el Museo de May Lai que se mantiene abierto desde 2003 en honor a las víctimas y del cual es director Phan Thanh Cong, quien tenía 11 años cuando ocurrió el suceso.


Él recuerda que los militares llegaron al sitio en el que se había refugiado con su familia, les ordenaron salir, pero después los empujaron hacia adentro, les lanzaron una granada y les dispararon con sus M-16, reseñó EFE.  

Logró sobrevivir porque fue dado por muerto. Igual que Phan Thi Tuan, de 77 años, que tenía 30 años en aquel entonces. 

Ella detalló que fueron cuatro horas de horror en las que los soldados dispararon a todo el mundo y el humo y los estruendos de los disparos sembraron el pánico en la población.  

Relató a EFE que la empujaron a un canal para dispararle junto a sus hijos de tres y cinco años pero pudo sobrevivir. Su padre falleció porque le dispararon en la cabeza y el estómago.  

Por la masacre sólo hubo un condenado: el ex teniente William 'Rusty' Calley, quien en 2009 pidió disculpas y expresó su remordimiento por los hechos. No cumplió su cadena perpetua porque estuvo bajo arresto domiciliario tres años y después el presidente Richard Nixon lo  indultó.  

El proceso judicial estuvo lleno de incidencias y el ejército de Estados Unidos fue acusado de encubrir los hechos. 

El militar estadounidense retirado Larry Colburn, quien a los 18 años de edad se enfrentó con sus compañeros de armas para intentar impedir la masacre de My Lai durante la guerra de Vietnam, falleció el 17 de diciembre de 2016 a los 67 años de edad como consecuencia de un cáncer de hígado, según informó su esposa, Lisa, al diario estadounidense 'The New York Times'.

 

Colburn era el último superviviente de la tripulación de un helicóptero que se interpuso entre los residentes y los soldados estadounidenses que estuvieron en My Lai. 

Su acto de heroísmo fue recompensado con la Estrella de Bronce, un reconocimiento que paradójicamente se reserva a soldados que han demostrado su valor ante fuego enemigo. 

La guerra de Vietnam, o también llamada Segunda Guerra de Indochina, tuvo lugar entre 1964 y 1975 y en ella se enfrentaron las fuerzas del gobierno de Ho Chi Minh contra Vietnam del Sur, apoyado por Estados Unidos. Esta guerra acabo el 30 de abril de 1975 con la caída de Saigón, hecho que dio paso a la reunificación territorial y a la creación de la República Socialista de Vietnam.  

FUENTE: Telesur




jueves, 14 de marzo de 2024

KARL MARX Y JENNY WESTPHALEN: GENIALIDAD Y PROFUNDO HUMANISMO

 



Hoy se cumplen 141 años de la partida física de Carlos Marx. Entregamos a las y los lectores del Boletín Rojo, un artículo escrito por nuestro Inolvidable Historiador Iván Ljubetic Várgas.

 

 


 


 


A poco más de un año de morir su compañera, el 14 de marzo de 1883, Karl Marx, el principal creador de la doctrina marxista, se dormía para siempre. Estaba por cumplir los 65 años .

 

LOS PRIMEROS 25 AÑOS DE MARX (1818 – 1843) 

Karl Marx nació en la ciudad alemana de Trier, (Tréveris, en español), el 5 de mayo de 1818. El padre era un abogado judío convertido al protestantismo. Su familia era acomodada y culta. Después de cursar los estudios secundarios en Tréveris, siguió Derecho en las Universidades de Bonn y de Berlín, dedicándose especialmente a la Historia y a la Filosofía. 

En 1818, Marx se encontraba en la Universidad de Bonn, donde llevó una vida estudiantil particularmente agitada -escribió poemas, fue sancionado por .la autoridad académica y se batió en un duelo- tras la cual se trasladó a la Universidad de Berlín orientado por su padre. Éste le ordenó que estudiara derecho, cosa que hizo, aunque lo fue sustituyendo por la filosofía. En la capital de Prusia, Karl Marx cambió de hábitos, leyó vorazmente y alternó poco, mientras seguía escribiendo versos. 

Al finalizar sus estudios universitarios en 1841, era un idealista hegeliano. En Berlín se incorporó al Círculo de los “hegelianos de izquierda”, que intentaban sacar de la filosofía de Hegel conclusiones ateas y revolucionarias. Luego Marx se trasladó a Bonn en 1842 con la intención de ganar una cátedra, lo que no consiguió.

 

LA GACETA DEL RIN  

Los burgueses radicales renanos (de la región del Rin), que tenían ciertos puntos de contactos con los hegelianos de izquierda, fundaron en Colonia un periódico de oposición, la “Gaceta del Rin”, cuyo primer número salió el 1 de enero de 1842. Uno de sus principales colaboradores fue Carlos Marx, que en octubre de 1842 fue nombrado redactor jefe del periódico, trasladándose de Bonn a Colonia. Bajo su dirección la tendencia democrática y revolucionaria de la “Gaceta del Rin” fue acentuándose. 

El gobierno reaccionario ordenó el cierre del periódico. Entonces, Marx se dedicó a estudiar economía política.

 

MARX SE CASA CON JENNY VON WESTPHALEN 

Jenny von Westphalen, había nacido baronesa el 12 de febrero de 1814 en Salzwedel, Reino de Prusia. Se crió en Tréveris y fue amiga de Marx desde la infancia. Ella pertenecía a una reaccionaria familia de la nobleza prusiana. 

Jenny participaba de las recepciones que brindaba su aristocrática familia y era conocida como “la reina de los bailes de Tréveris”. 

Pero Jenny abandonó ese estilo de vida para elegir otro camino: el de la lucha de la clase obrera. Ya desde joven cuestionaba las ideas de su padre, simpatizando con la “fiesta de Hambach”, una manifestación de 1832 en la que estudiantes, intelectuales, campesinos y burgueses liberales proclamaron la unidad de Alemania. Con su hermano Edgar y su amigo Karl Marx pasaban largas horas hablando sobre la revolución.

Su hermano mayor era el barón Ferdinand von Westphalen, fue Ministro del Interior de Prusia, durante una de las épocas más reaccionarias, entre 1850 y 1858. y ordenó el arresto y deportación de su cuñado, iniciando Marx su largo exilio en Londres. 

Jenny y Karl Marx se encontraban regularmente cuando niños. Ella era cuatro años mayor que él. Durante la adolescencia se convirtieron en amigos íntimos, ya que ambos eran cultos y apasionados por la literatura. En el verano de 1835 comenzaron su noviazgo. Según Marx, quien confesaba estar muy enamorado, ella era la joven más linda de Tréveris. 

El Barón Ludwig von Westphalen, padre de Jenny, era también amigo de Heinrich, el padre de Marx. El joven Karl también se convirtió en amigo y admirador del barón; juntos solían realizar largas caminatas, durante las cuales hablaban de filosofía y de literatura inglesa. 

Jenny y Karl se comprometieron en 1836, un año después él le dedicaría a ella un compendio de numerosos poemas de amor. 

Por ejemplo en 1837, Marx escribió su poema “Amor nocturno”, describiendo la pasión desbordada que sentía por Jenny. Conozcamos un fragmento de éste:

 

“Frenético, él la abraza,

y mira oscuramente en sus ojos.

“Ardes dolorosamente, querida,

y en mi respiración suspiras”.

“¡Ah, has bebido de mi alma,

y en verdad mío es tu resplandor!

Mi joya, brillas por entero,

y resplandece tu sangre de juventud”.

“Tú, la más dulce, tan pálido tu rostro,

tan maravillosamente extrañas tus palabras,

ves al través de la gracia de la música

cómo se deslizan los universos más elevados”. 

Finalmente se casaron el 21 de mayo 1843 en la iglesia de San Pablo en Kreuznach. Jenny fue la fiel compañera de Marx.

  

EL PERÍODO DE PARÍS (OCTUBRE DE 1843 – 1845) 

Poco tiempo después, en octubre de 1843, Karl y Jenny se trasladaron a París. y se hicieron amigos del poeta alemán Henrich Heine. 

La idea de Marx era publicar en la capital francesa una revista de tipo revolucionario. Logró publicar un primer cuaderno de “Anales Franco Alemanes”. Fue el único que vio la luz. 


EL IMPORTANTE ROL DE JENNY WESTPHALEN

 

Jenny

 

Jenny, escritora, fue una importante colaboradora y una significativa interlocutora intelectual de Marx. Era la primera en leer sus trabajos, escritos en una letra indescifrable, excepto para su esposa. Por eso, Jenny fue la encargada de “traducir” sus textos, pasarlos en limpio y enviarlos a la imprenta. Así, se convirtió en una de las primeras personas en comprender sus ideas. Dedicando su vida a luchar junto a la clase obrera y participando incluso en las discusiones con el filósofo Ludwig Feuerbach y los anarquistas Proudhon y Bakunin. 

Con razón, Eleanor, su hija menor, dirá posteriormente: “se casó mi padre con su amiga y camarada.” 

En 1844 dos hechos importantes: nació su hija Jenny y Marx conoció en septiembre a Friedrich Engels. A partir de ese momento fue su gran amigo y compañero. Ambos participaron en las actividades de los grupos revolucionarios de la capital francesa.

 

EL PERÍODO DE BRUSELAS:  EL DURO EXILIO (1845 – 1848) 

La familia vivía de préstamos en Francia. Y la situación se agravó cuando Marx fue expulsado de París por revolucionario peligroso, en enero de 1845. Se establecieron en Bruselas, Bélgica. 

Jenny siempre se preocupó de pagar las deudas, empeñando lo poco que tenían; pedía préstamos o adelantos de herencias a sus familiares. Soportaba las adversidades, las penurias. Ella no sólo había elegido a Marx como su marido, sino también eligió libre y conscientemente, la lucha por la revolución proletaria.

 

EL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA 

En 1847, Marx y Engels se afiliaron a la Liga de los Comunistas, una sociedad secreta. Tomaron parte destacada en el II Congreso de esta organización, celebrado en Londres en noviembre de 1847. Fue en ese evento cuando se les encargó escribieran el programa de la Liga. 

Marx, Engels y Jenny, que fue la primera mujer militante de la Liga de los Comunistas, se sumergieron en la tarea. Ella trascribía, redactaba, opinaba. 

El resultado fue el famoso “Manifiesto del Partido Comunista”, cuya primera edición apareció en Londres, en alemán, el 24 de febrero de 1848. Es considerado el acta de nacimiento de la doctrina marxista, que se inicia diciendo: 

“La historia de toda sociedad hasta nuestros días no ha sido sino la historia de las luchas de clase. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros artesanos y jornaleros, en una palabra, opresores y oprimidos, en lucha constante, mantuvieron una guerra ininterrumpida, ya abierta, ya disimulada; una guerra que terminó siempre, bien por una transformación revolucionaria de la sociedad, bien por la destrucción de las dos clases antagónicas”. 

“Esta obra –escribió Lenin- expone con una claridad y una brillantez geniales, la nueva concepción del mundo, el materialismo consecuente aplicado también al campo de la vida social, la dialéctica como la más completa y profunda doctrina del desarrollo, la teoría de la lucha de clases y el papel revolucionario histórico mundial del proletariado como creador de una sociedad nueva, de la sociedad comunista”. En 1847 nació el hijo Edward, que moriría en Londres ocho años después.

 

EL PERÍODO DE COLONIA (1848 – 1849) 

La Nueva Gaceta del Rin

Al estallar la revolución de febrero de 1848, Marx fue expulsado de Bruselas. Se trasladó nuevamente a París, desde donde, después de la revolución de marzo, pasó a Alemania, quedándose en Colonia. Desde el 1 de junio de 1848 al 19 de mayo de 1849, apareció en esta ciudad la “Nueva Gaceta del Rin”, que tenía a Marx como director jefe. Los planteamientos de Marx fueron confirmados por los acontecimientos revolucionarios de 1848 y 1849. 

El 16 de mayo de 1849 fue expulsado de Alemania por el hermano mayor de su esposa Jenny, el barón Ferdinand von Westphalen. 

Marx, con su familia, vivió un breve período en París, de donde fue expulsado después de la manifestación del 13 de junio de 1849. En Alemania, Ferdinand Lassalle, abogado y político socialista alemán, realizó una colecta en beneficio de Marx. Con lo reunido, éste pudo cancelar los pasajes para Inglaterra. Entonces, se dirigió con su familia a Londres, donde pasó el resto de su vida.

 

EL PERÍODO DE LONDRES (1849 – 1883) 

Las condiciones de vida de la familia de Carlos Marx en el exilio fueron muy penosas. A no ser por la constante ayuda económica de Friedrich Engels, la familia habría sucumbido bajo el peso de la miseria. Tres de sus hijos murieron en la infancia, en Londres, cuando atravesaban extraordinarias dificultades económicas. Sólo sobrevivieron a esos tiempos difíciles sus hijas Jenny, Laura y Leonor.

 

EVOCACIONES DE WILHELM LIEBKNECHT

Wilhelm Liebknecht, político socialista alemán, uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata de Alemania, padre de Karl y Theodor Liebknecht, escribió varias obras sobre Marx. Una de ellas fue “Por los campos y los eriales”. En ella relata lo siguiente: 

“Marx perdió varios hijos, entre ellos dos varones; el uno, nacido en Londres, murió casi en seguida; el otro, nacido en París, falleció después de una larga enfermedad crónica: la muerte de este último fue un terrible golpe para Marx. Recuerdo aún las tristes semanas de aquella enfermedad, sin esperanza de curación. El chiquillo se llamaba Edgard, en recuerdo de su tío, pero era más conocido por nosotros con el sobrenombre de “Mosco”; manifestaba gran inteligencia, pero desgraciadamente era muy enfermizo: el pobre pequeñito tenía dos ojos espléndidos y una cabeza que prometía mucho, pero que parecía demasiado pesada para su cuerpo raquítico. Si el pobre “mosquito” hubiera podido recibir cuidados constantes, a la orilla del mar o en el campo, tal vez se habría salvado; pero la vida errante, los viajes continuos y forzados, la existencia miserable que sobrellevó en Londres, no eran nada apropiados para preservar y proteger aquella frágil naturaleza en la lucha por la vida; el tierno amor de sus padres y los cuidados infinitos de su madre, fueron impotentes. “Mosco” murió. Nunca olvidaré esta escena… La madre abismada en un dolor mudo, inclinada sobre el cadáver de su hijo; Lenchen, de pie, muy cerca, sacudida por los sollozos; Marx víctima de una terrible excitación, rehusando duramente, casi con hostilidad, todo consuelo; las dos chiquillas, llorando dulcemente y estrechándose contra su madre. La madre, hundida en el dolor, anudaba convulsivamente sus brazos alrededor de las dos criaturas, como si hubiera querido fundirlas con ella y protegerlas contra la muerte que acababa de arrebatarle a su hijo”. (Edgard había nacido en 1847 y falleció en 1855).

 

JENNY RELATA UN DÍA EN EL EXILIO 

Jenny Westphalen en carta dirigida a un amigo; Joseph Weydemeyer y fechada en Londres el 20 de mayo de 1850, le relata un terrible día de 1849: 

“Le describiré un día de esta vida, exactamente –tal como era, y comprenderá usted que pocos emigrantes quizá han pasado por algo semejante. Como las nodrizas son aquí demasiado caras decidí alimentar yo misma a mi hijo, a pesar de que sufría de terribles dolores en el pecho y en la espalda. Pero el pobre angelito bebía tanta preocupación y acallada ansiedad, que se alimentaba mal y sufría terriblemente de día y de noche. Desde que vino al mundo no ha dormido una sola noche completa, dos o tres horas cuando más y eso raramente. Ha sufrido recientemente también de violentas convulsiones y no ha dejado de estar entre la vida y la muerte. En medio de su dolor, mamaba tan desesperadamente que mi pecho se irritó, la piel se agrietó y muchas veces la sangre llenaba su boquita temblorosa. Estaba sentada con él un día, en estas condiciones, cuando entró nuestra casera. Le habíamos pagado 250 táleros en el invierno y habíamos acordado que en el futuro no le entregaríamos el dinero a ella sino a su arrendador, que tenía un auto judicial contra ella. Negó el acuerdo y exigió cinco libras que todavía le debíamos. Como no teníamos el dinero en ese momento vinieron dos alguaciles y me embargaron los pocos objetos que poseía —ropa, camas—, todo, hasta la cuna de mi pobre hijito y los mejores juguetes de mis hijas, que se pusieron a llorar amargamente. 

Amenazaron con llevarse todo en el término de dos horas. Habría tenido que dormir sobre el piso, con mis hijas heladas y mi pecho enfermo. Nuestro amigo Schramm se apresuró a ir al centro de la ciudad, en busca de ayuda. Subió a un coche, pero los caballos tropezaron y salió despedido del coche y lo trajeron sangrando a la casa, donde yo me encontraba en sollozos con mis pobres hijos que temblaban de frío. 

Tuvimos que abandonar la casa al día siguiente. Hacía frío, llovía y estaba oscuro. Mi marido, nos buscaba acomodo. Cuando mencionaba a los cuatro niños nadie nos aceptaba. Por fin un amigo nos ayudó, pagamos la renta y rápidamente vendí todas las camas para pagar al farmacéutico, al panadero, al carnicero y al lechero que, alarmados ante el embargo, de repente me asediaron con sus cuentas. Las camas que habíamos vendido fueron sacadas y colocadas en una carretilla. ¿Qué sucedía? Ya se había puesto el sol. Estábamos contraviniendo las leyes inglesas. El dueño de la casa nos alcanzó con dos guardias, sosteniendo que podía haber algunas de sus pertenencias entre nuestras cosas y que queríamos marchamos al extranjero. En menos de cinco minutos había dos o trescientas personas reunidas, frente a nuestra puerta: toda la gente de Chelsea. Las camas fueron traídas de nuevo, no pudieron ser entregadas al comprador sino después de salir el sol, al día siguiente. Cuando vendimos todas nuestras pertenencias me fui con mis pequeños a las dos pequeñas habitaciones que ahora ocupamos en el Germán Hotel, Leicester St., Leicester Square 1. Allí, por 5 libras a la semana se nos dio una acogida humana”.

 

DE CÓMO MARX AMABA A SU COMPAÑERA 

Marx amó profundamente a Jenny. En una carta que le escribió el 21 de junio de 1856 le decía: 

“Querida mía: De nuevo te escribo porque me encuentro solo y porque me apena siempre tener que charlar contigo sin que lo sepas ni me oigas, puedes contestarme… Te veo, siento, toda delante de mí, como de carne y hueso…

“La separación temporal es útil y que la comunicación constante origina la apariencia de monotonía que lima las diferencias entre las cosas. Hasta las torres de cerca no parecen tan altas, mientras que las menudencias de la vida diaria, al tropezar con ellas, crecen desmesuradamente. Lo mismo sucede con las pasiones: los hábitos consuetudinarios que, como resultado de la proximidad se apoderan del hombre por entero y toman forma de pasión, dejan de existir tan pronto desaparece del campo visual su objeto directo. Las pasiones profundas, que como resultado de la cercanía de su objetivo se convierten en hábitos consuetudinarios, crecen y recuperan su vigor bajo el mágico influjo de la ausencia. 

“Así es mi amor. Al punto que nos separa el espacio, me convenzo de que el tiempo le sirve a mi amor tan solo para lo que el sol y la lluvia sirven a la planta: para que crezca. Mi amor por ti, cuando te encuentras lejos de mí, se presenta tal y como es en realidad: como un gigante; en él se concentra toda mi energía espiritual y todo el vigor de mis sentimientos. 

“Adiós, querida mía, te mando a ti y a nuestras hijas miles y miles de besos. Tu Carlos”.

 

“EL CAPITAL”: EL MÉTODO DE TRABAJO DE MARX 

Unánimemente considerada como la obra esencial de Karl Marx, “El Capital” es un magno tratado en tres volúmenes. El primero se publicó en Hamburgo en 1867; el segundo y el tercero fueron publicados por Engels después de la muerte del autor, respectivamente en 1885 y en 1894. 

Karl Marx se sobrepuso a las persecuciones y a la agobiante situación económica y escribió numerosas obras, entre ellas El Capital. Pero también actuó en la práctica como un revolucionario. 

La forma en que Marx enfrentó el trabajo de “El Capital” nos sirve para conocer su método de estudio, de investigación científica. 

Antes de publicar el primer tomo de esta obra monumental, la más importante de todas las que escribió, laboró una serie de grandes trabajos preliminares a modo de monografías. Éstas no estaban destinadas a ser publicadas, sino que le servían al propio Marx para dominar las cuestiones a tratar. Estas monografías llenaban siete cuadernos. 

Esta gigantesca labor previa de investigación científica la inició el año 1843 y sólo en 1853 se lanzó a la tarea de redactar “El Capital”. 

Marx consideró posible publicar el trabajo “Contribución a la crítica de la Economía Política”, que constituye los dos primeros capítulos del primer tomo, sólo después de 15 años de estudio y elaboración crítica de la literatura económica.

Y 24 años después de haber iniciado sus investigaciones científicas publicó “EL Capital”. 

Debemos tener en consideración la difícil existencia material de la familia de Marx, lo que le exigía ganarse el sustento; además tenía la enorme tarea de ser el jefe y organizador del partido revolucionario, junto a ello, la constante y tenaz lucha contra las corrientes pequeñoburguesas hostiles al partido. Todo esto le ocupaba mucho tiempo y energías, por lo que parece imposible que la enorme labor preparatoria de “El Capital” haya sido hecha por una sola persona. Pero, sin embargo, Marx la hizo. Y para entender lo gigantesco de esta labor, digamos que datos incompletos indican que estudió y resumió más 1.500 libros para su obra “EL Capital”.

 

Marx se pasaba trabajando diez horas diarias en la biblioteca del Museo Británico.

Jenny fue una importante colaboradora en la transcripción de los originales de El Capital, que la sabía una obra que marcaría la historia, desenmascarando a la burguesía y mostrando a los trabajadores la existencia finita de un sistema de explotación que los oprime a diario. Por eso ayudó a promocionarlo, escribiendo cartas a diferentes redactores de periódicos alemanes. También se encargó de la correspondencia de la Asociación Internacional de Trabajadores, la Primera Internacional.

 

PAUL LAFARGUE: DE CÓMO ESTUDIABA MARX 

Paul Lafargue, periodista, médico, miembro de la Primera Internacional, revolucionario franco-español de origen cubano, se casó con Laura una de las hijas de Karl Marx. Escribió un libro titulado “Recuerdos sobre Marx”, en donde relata sobre la forma en que trabajaba Karl Marx. Señala; 

“A pesar de que se acostaba muy tarde, Marx se levantaba siempre entre las ocho y las nueve de la mañana, tomaba un poco de café negro, leía los periódicos y se dirigía a su estudio, donde trabajaba hasta las dos o tres de la madrugada. Sólo interrumpía su trabajo para comer y, cuando lo permitía el tiempo, para dar un paseo por Hampstead Heath al atardecer. Durante el día dormía algunas veces una o dos horas en el sofá. 

En su juventud trabajaba con frecuencia toda la noche. Marx sentía pasión por el trabajo. Se absorbía tanto en él que muchas veces se olvidaba de comer. Frecuentemente había que llamarlo varias veces para que fuera al comedor y apenas había terminado con el último bocado cuando regresaba a su estudio. Comía muy poco y hasta sufría de falta de apetito. Trataba de vencerlo con alimentos muy condimentados: jamón, pescado ahumado, caviar, pepinillos. Su estómago tenía que resentir la enorme actividad de su cerebro. Sacrificaba todo su cuerpo al cerebro”.

 

SU HIJA LEONOR RECUERDA LA ACTIVIDAD DE MARX EN EL MOVIMIENTO OBRERO 

En la biografía escrita por su hija Eleonor Marx titulada “Mi Padre” escribe: 

“El movimiento obrero llegaba a tener tal importancia que Marx pensó en realizar el proyecto que tanto le interesaba: organizar una Internacional Obrera a base de los países más adelantados de Europa y América. En abril de 1864, los trabajadores de distintos países se reunieron para manifestar sus simpatías por Polonia. En aquel acto se acordó fundar la Internacional, llevándose a efecto en Saint Martin’s Hall (Londres) el 28 de septiembre de 1864, bajo la presidencia del profesor Beesly. 

Se eligió un Comité o Consejo provisional y Marx redactó un llamamiento inaugural y unos Estatutos que no eran aún definitivos. En tal llamamiento pinta Marx la miseria de la clase obrera, miseria que se manifiesta incluso en épocas de prosperidad comercial, y pide la unión de esfuerzos a los obreros de todos los países. Como diez años antes en el ‘Manifiesto Comunista’, el llamamiento contenía esta frase de Marx: ‘¡Proletarios de todos los países, uníos!’. 

Puntualizar la actividad de Marx en la Internacional, equivaldría a escribir la historia de ésta. Fue mi padre Secretario de las secciones proletarias de Alemania y Rusia en la Internacional y animador de los Congresos sucesivos. Los manifiestos, con excepción de uno o dos, desde el llamamiento inaugural a ‘La Guerra Civil en Francia’, fueron redactados por Marx.”

 

MARX Y LOS NIÑOS 

Recuerdos de su hija Eleanor Marx:

“Era en su relación con los niños donde Marx era quizás más encantador. No ha habido compañero de juegos más agradable para los niños. El recuerdo más antiguo que tengo de él data de mis tres años,  y “Mohr” (Moro es español) un viejo apodo familiar, me llevaba cargada sobre sus hombros alrededor de nuestro pequeño jardín en Grafton Terrace poniéndome flores en mis cabellos castaños. Mohr era, en opinión de todos nosotros, un espléndido caballo. Antes —yo no recuerdo aquellos días, pero me lo han contado— mis hermanas y mi hermanito —cuya muerte poco después de mi nacimiento fue una pena de toda la vida para mis padres— “arreaban” a Mohr, atado a unas sillas sobre las que se “montaban” y que él tenía que arrastrar… Personalmente —quizás porque no tenía hermanas de mi edad— prefería a Mohr como caballo de montar. Sentada sobre sus hombros, agarrada a su gran crin de pelo, negro por aquella época, apenas con un poco de gris, me dio magníficos paseos por nuestro pequeño jardín y por los terrenos —ahora construidos— que rodeaban nuestra casa de Grafton Terrace”.

 

MARX Y SUS HIJAS 

Recuerdos de Paul Lafargue:

“Marx se pasaba horas jugando con sus hijas. Éstas recuerdan todavía las batallas marítimas en una gran tina de agua y el incendio de las flotas de barcos de papel que les hacía y a los que prendían fuego después para su gran entusiasmo. 

Los domingos sus hijas no lo dejaban trabajar; les pertenecía por todo el día. Si el tiempo era bueno, toda la familia iba a dar un paseo por el campo. En el camino, se detenían en alguna posada modesta a comprar pan, queso y cerveza de jengibre. Cuando sus hijas eran pequeñas les hacía sentir más corto el camino durante un largo paseo contándoles interminables historias fantásticas que inventaba en medio de la marcha, desarrollando y haciendo más tensas las complicaciones de acuerdo con la distancia que tenían que recorrer, de modo que las pequeñas se olvidaran del cansancio al escucharlo. Tenía una imaginación incomparablemente fértil”.

 

RECUERDOS DEL OBRERO FRIEDRICH LESSNER 

“La casa de Marx estuvo abierta para todos los compañeros; nunca olvidaré las horas agradables que he pasado yo y otros en compañía de su familia. ¡Cómo brillaba allí la incomparable señora Marx! Alta, de apariencia distinguida, de una rara belleza, pero tan extraordinariamente buena, amable y espiritual y tan desprovista de todo orgullo, de toda displicencia, que uno se sentía en casa de ella como al lado de una madre o de una hermana. Toda ella hacía evocar los versos del poeta popular escocés, Robert Burns: “Mujer, encantadora mujer, el cielo te ha destinado para suavizar al hombre”. Plena de entusiasmo por el movimiento obrero, se sentía transportada de alegría ante cada victoria obtenida en la lucha contra la burguesía. 

Las hijas de Marx estaban acostumbradas, desde niñas, a sentir un profundo interés por el movimiento obrero. Y se explica, pues éste era el principal tema de conversación en casa de Marx, y las relaciones entre él y sus hijas eran lo más tiernas y libres que se puede imaginar. Sus hijas lo trataban como se trata a un hermano o a un amigo, pues Marx desdeñaba todos esos atributos exteriores de la autoridad paterna. Era el camarada de sus hijos cuando tenía tiempo de jugar con ellos, y en los asuntos serios era su consejero. Decía que lo que más le gustaba del Cristo de la Biblia era su amor por los niños. Cuando no tenía nada que hacer en la calle y se iba de paseo por Hampstead Heath, podía verse con frecuencia al autor de El Capital jugar a la ronda con una banda de pilluelos. 

Marx apreciaba siempre todo esfuerzo sincero y toda posición independiente; como todos los hombres verdaderamente superiores, estaba desprovisto de vanidad. Ya he dicho que tenía inmenso interés por la opinión de los más simples obreros y que venía con frecuencia a mi casa por las tardes y me llevaba a pasear y a discutir toda clase de cuestiones. Naturalmente, yo lo dejaba hablar tanto como era posible, pues se experimentaba un gran placer escuchándolo y viendo cómo desenvolvía sus ideas, y su conversación me apasionaba de tal modo que lo dejaba con pena. Era un compañero tan agradable que atraía y encantaba, podría decir, a todo el que se le aproximaba. Tenía una risa cordial y una ironía que respiraba franqueza. Cuando se tenían noticias del éxito de nuestros camaradas en un país cualquiera, manifestaba su alegría en la forma más bullanguera, arrastrando con él a todos los que lo rodeaban. ¡Y se alegraba tanto del más insignificante éxito electoral de nuestros camaradas de Alemania, de toda huelga ganada, como se hubiera alegrado hoy de las manifestaciones monstruosas de mayo último! En cuanto a los ataques de sus adversarios, no hacía sino reír y había que ver con qué ironía, con qué sarcasmo hablaba de ellos”.

 

LAS RESPUESTAS DE MARX 

En un manuscrito de Laura, una de las hijas de Marx, en inglés, de puño y letra suyos encontramos las respuestas que Karl Marx había dado a un cuestionario preparado por sus jóvenes hijas en una especie de juego cultural, y que son las que aquí se reproducen: 

Virtud favorita: La sencillez.

Virtud favorita en el hombre: La fortaleza.

Su rasgo principal: La unidad de propósito.

Idea de la felicidad: Luchar.

Idea de la desgracia: La sumisión.

El vicio que más excusa: La credulidad.

El vicio que más detesta: El servilismo.

Ocupación favorita: Ratón de biblioteca.

Poeta favorito: Shakespeare, Esquilo, Goethe.

Prosista favorito: Diderot.

Héroe favorito: Espartaco, Kepler.

Flor favorita: Dafne.

Color favorito: Rojo.

Nombre favorito: Laura, Jenny.

Plato favorito: Pescado.

Máxima favorita: Nada de lo humano me es ajeno.

Lema favorito: Hay que dudar de todo.

 

MUERE JENNY Y POCO DESPUÉS KARL 

El 2 de diciembre de 1881 murió en Londres, víctima de un cáncer hepático su heroica y abnegada esposa, Jenny von Westphalen. Fue un golpe terrible para Marx. Éste, que desde su juventud fue aficionado a escribir poesías, al fallecer su compañera le dedicó

 

“Soneto Final a Jenny”:

Una cosa, pequeña, debo aún decirte:

gozoso acabo esta canción de adiós

las últimas ondas de plata van a buscar

el aliento de Jenny para encontrar su alma.

Saltando alegres por rocas y torres,

corriendo a través de torrentes y lluvias,

mientras las horas con el pulso vital

buscan consagrar en ti su plenitud.

Envuelto en el amplio manto de mi ardor

elevado y brillante el corazón de orgullo,

triunfalmente libre de fuerzas y presiones.

Recorro con firmeza el espacioso terreno,

el dolor se deshace ante tu cara luminosa

y del árbol de la vida brotan los sueños.

 

A poco más de un año de morir su compañera, el 14 de marzo de 1883, Marx, el principal creador de la doctrina marxista, se dormía para siempre. Estaba por cumplir los 65 años .

 

LO DESPIDE SU AMIGO Y CAMARADA FRIEDRICH ENGELS        

Los funerales de Karl Marx se efectuaron en el Cementerio de Highgate, Londres, el 17 de marzo de 1883. Ante su tumba, su amigo y camarada, Friedrich Engels, pronunció un histórico discurso, en donde dijo: 

“El 14 de marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días. Apenas lo dejamos dos minutos solo, y cuando volvimos, lo encontramos dormido suavemente en su sillón, pero para siempre. 

Es de todo punto imposible calcular lo que el proletariado militante de Europa u de América y la ciencia histórica han perdido con este hombre. Muy pronto se dejará sentir el vacío que ha abierto la muerte de esta figura gigantesca. 

Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana; el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se venían haciendo. 

Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas…” 

“Marx era ante todo un revolucionario. Cooperar, de este o del otro modo, al derrocamiento de la sociedad capitalista y de las instituciones políticas creadas por ella, contribuir a la emancipación del proletariado moderno, a quien él había infundido por primera vez la conciencia de su propia situación y de sus necesidades, la conciencia de las condiciones de su emancipación: tal era la verdadera misión de su vida. La lucha era su elemento. Y luchó con una pasión, una tenacidad y un éxito como pocos”. 

“Marx era el hombre más odiado y calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo los absolutistas que los republicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultras demócratas, competían a lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ello; sólo contestaba cuando la necesidad imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones de obreros de la causa revolucionaria, como él, diseminados por toda Europa y América, desde las minas de Siberia hasta California. 

Y puedo atreverme a decir que, si pudo tener muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal. Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra”.

Así finalizó sus palabras, Friedrich Engels, su amigo y compañero, el 17 de marzo de 1883, en el Cementerio Highgate, en Londres.

 

Principales Obras de Karl Marx 

• — 1845 Tesis sobre Feuerbach.

• — 1847 Trabajo asalariado y capital.

• — 1847 La miseria de la filosofía.

• — 1848 Discurso sobre el libre cambio.

• — 1849 Trabajo asalariado y capital.

• — 1850 Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850.

• — 1851-1852 El dieciocho brumario de Luis Bonaparte.

• — 1859 Contribución a la Crítica de la Economía Política.

• — 1864 Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de los    Trabajadores.

• — 1865 Salario, precio y ganancia.

• — 1867 El Capital.

• — 1871 La guerra civil en Francia.

• — 1874 Acotaciones al libro de Bakunin El Estado y la Anarquía.

• — 1875 Crítica al Programa de Gotha.

 

Obras escritas en colaboración con Engels 

• — 1845 La ideología alemana.

• — 1845 La sagrada familia.

• — 1848 Manifiesto del Partido Comunista.

• — 1850 Circular del Comité Central a la Liga Comunista.

• — 1872 Las pretendidas escisiones de la Internacional.